Mario Giacomelli
Para Revista Magisterio
La masacre sistemática de las poblaciones nativas de Norteamérica, perpetrada por los invasores europeos, constituye un crimen en contra de la humanidad, que todavía sigue siendo tergiversado por los libros de historia.
En la imaginación popular, ese intento de genocidio ha sido representado tradicionalmente como la consecuencia inevitable de una heróica guerra de conquista. Así se observa en la gran mayoría de las llamadas películas “del oeste” (western), las cuales integran el género más antiguo y más típico del cine estadounidense. Casi siempre, los indígenas son retratados como villanos desalmados: salvajes que se oponen al camino de la civilización.
“Los asesinos de la luna”, fiel adaptación de una novela de David Grann, a su vez basada en hechos reales, pretende corregir esta distorsión lamentable. Se trata de una emblemática tragedia de codicia, engaño y lucha por el poder, que funciona como una especie de western moderno y revisionista. Revela detalles acerca del origen oculto de una nación; y a la vez, impone una amarga reflexión sobre la manipulación de la realidad histórica.
Riqueza repentina
El ocaso del pueblo Osage, culminó cuando sus últimos integrantes fueron obligados a vivir en una reserva, ubicada en el estado de Oklahoma.
A principios del Siglo XX, el descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo implica una riqueza repentina para los habitantes del lugar, pero atrae también a muchos hombres sin escrúpulos: buscadores de fortuna, vividores y simples malhechores, tratando de hacerse con las parcelas del preciado territorio.
En el decenio de 1920, tras una serie de accidentes misteriosos y muertes inexplicables, un agente del FBI investiga varios casos, incluyendo el de Ernest Burkhart. Éste es un veterano de la Primera Guerra Mundial y sobrino de William Hale, poderoso magnate ganadero. Impulsado por su tío, Ernest corteja a Mollie, acaudalada mujer osage; y se casa con ella con intenciones oscuras.
La trama no es relatada desde la perspectiva del detective federal, como sucede en el libro; sino desde la mirada ambigua de Ernest, individuo cínico, ambicioso y amoral, quien genera reacciones encontradas. Es un personaje complejo y contradictorio, interpretado por el divo Leonardo Di Caprio con una admirable precisión histriónica.
Un maestro detrás de cámaras
Igualmente acertado es el desempeño de Robert De Niro como Hale, auténtica encarnación de la hipocresía y la corrupción. Lily Gladstone deslumbra en un estupendo rol femenino, cargado de compasión y dignidad, el cual aporta el corazón emotivo de la obra. El resto del elenco es impecable, también.
Pese a su larga y quizá excesiva duración, que roza las tres horas y media, “Los asesinos de la luna” es una propuesta sumamente valiosa. Cautiva e impacta la conciencia en todo momento, gracias al extraordinario peso dramático del material; y a la impresionante calidad de la realización.
Detrás de las cámaras se encuentra el octuagenario maestro Martin Scorsese, autor de clásicos como “Taxi Driver” (1976), “Toro salvaje” (1980), “Buenos muchachos” (1990) y “El lobo de Wall Street” (2013), quien entrega una de las películas más personales y relevantes de su ilustre carrera.
La injusticia institucional sufrida por los indios Osage, está plasmada en una narración cinematográfica solemne, que rinde homenaje tanto a las víctimas como a los sobrevivientes de esta página vergonzosa de crónica americana.
En un epílogo sarcástico, que rompe por completo con el tono austero del filme, los eventos quedan enmarcados en un (falso) programa radiofónico, en el que actúa el mismo Scorsese como locutor. Es un cierre magistral, que redondea con sutileza irónica el sentido más profundo de la producción: la necesidad de conocer y cuestionar el pasado, más allá de las anécdotas y las simplificaciones, para entender cómo ciertas verdades encubiertas se repercuten en el presente.
Los asesinos de la luna
(Killers of the Flower Moon)
Dirección: Martin Scorsese.
Guión: Eric Roth y Martin Scorsese, de la novela de David Grann.
Reparto: Leonardo Di Caprio, Robert De Niro, Lily Gladstone, Jesse Plemons.
Duración: 206 minutos.
Origen: EE.UU. 2023.
Género: Drama-Histórico.
Calificación: Mayores de 15 años.