- Isabel Campos desarrolló el amor por estas artesanías desde muy niña
Desde Bolsón de Santa Cruz, Isabel Campos ha llegado a todo el país e incluso a nivel internacional gracias a los hermosos artículos que desarrolla con los jícaros.
Yo nací en un mundo donde utilizábamos los jícaros como utensilios de cocina, con un guacal tomábamos agua y nos daban el atol y las cosas así. Luego jugábamos con jícaros en los corrales con el ganado”, relató Campos.
Por eso describe que toda su vida ha estado relacionada con este fruto pero no se imaginó que al llegar el momento de su jubilación, este sería su compañero fiel y su mayor pasatiempo.
“Cuando llegó el momento de mi jubilación regresé a Guanacaste y me puse a pensar qué hacía yo, después de estar acostumbrada a trabajar todos los días, ahora quedarme sin ir a trabajar, es un cambio duro”, contó.
En esa búsqueda se dio cuenta de un curso que iba a impartir el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) y la invitaron por lo que se integró al mismo y fue así como inició el proyecto de convertir el jícaro en diversos utensilios.
“Ya tengo siete años de estarlos trabajando, primero fue con unas compañeras y luego me independicé para poder cuidar a mi papá”, explicó la educadora que ahora tiene una gran pasión por este objeto.
Al iniciar su propia tienda el reto era más complicado pero lo ha sabido llevar, al punto que actualmente incluso ella misma tiene los sembradíos de los jícaros para poder hacer las artesanías que hace.
“Cuando abrí el primer jícaro yo sembré la semilla ya ahora tengo mi propio sembradía y así inicia un proceso muy largo”, explicó Campos.
La pasión ha seguido en aumento y si bien significa un ingreso extra para su manutención, lo cierto del caso es que es más la pasión que despierta en ella al ver los productos finalizados.
“El jícaro actualmente se está extinguiendo y eso me da mucha pena, pero yo hago servilleteros, monederos y hago 40 tipos de productos diferentes”, aseguró Campos.
Y es que debe de saber seleccionar el jícaro para poder saber en qué lo va a transformar ya que no todos se pueden usar para lo mismo y no se deben de cortar igual, sino pensando en lo que se va a hacer
Este fruto lo primero es hervirlo, luego hay que abrirlo para sacarle la pulpa y limpiarlo adecuadamente, la cumplir este proceso se deben de clorar y ahí inicia el lijado dependiendo de lo que se quiera hacer
En ese punto se le hace el diseño que se quiera, que en su caso lo hace más rural inspirada en los humedales y paisajes de su natal Bolsón, para hacerlos más atractivos.
Por cada pieza que realiza le toman aproximadamente ocho horas, eso sí como hay procesos de secado y espera, eso le permite hacer varios en simultáneo y así cumplir con los pedidos que le hacen.
Desde que inició con esta pasión, Campos ha participado en múltiples ferias y actividades con sus productos donde los vende y casi siempre con gran éxito por lo hermosas de las piezas.
Incluso contó que en una ocasión tenía un dolor en una mano por lo que acudió al médico y le contó lo que ella hacía, pensando que podría haber alguna relación y tuvo dos buenas noticias, por un lado el doctor le indicó que no había relación y la otra es que le hizo un encargo de varias artesanías porque haría un viaje a China.
Tras toda una vida relacionada con este fruto aseguró que “yo vivo feliz con mis jícaros y el día que me muera que me entierren con mis jícaros porque lo que hago lo disfruto, nací jugando con jícaros y me voy a morir jugando con ellos”.
Si usted desea conocer todos los pro – ductos que desarrolla Isabel Campos los puede observar en las redes sociales con el nombre Jicarisa o bien a puede contactar por medio de whatsapp al 86317766 donde ella misma los atenderá para coordinar cualquier solicitud.