martes, abril 15

Hombres deben de vacunarse contra el Papiloma Humano para luchar contra el cáncer

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  • Mitos deben de dejarse atrás

El Virus del Papiloma Humano (VPH) es una de las infecciones de transmisión sexual más comunes en el mundo, y su impacto trasciende los casos femeninos de cáncer de cuello uterino.

Los hombres, aunque menos mencionados en las conversaciones sobre este virus, son transmisores clave y también pueden desarrollar cánceres relacionados con el VPH. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), este virus causa aproximadamente el 5% de los cánceres globales, afectando a 625,600 mujeres y 69,400 hombres anualmente.

Estudios recientes muestran que uno de cada tres hombres está infectado con al menos un tipo de VPH genital, y uno de cada cinco porta tipos de alto riesgo (HR-VPH), los cuales están asociados con cánceres como el de pene, ano, boca y garganta. Este virus afecta a hombres mayores de 15 años, quienes, independientemente de su edad, son transmisores importantes de la infección.

En Costa Rica, la OMS reportó que el 22.4% de las mujeres con citología normal presentan VPH, cifra que aumenta a un alarmante 97.1% en casos de cáncer de cuello uterino. Aunque la discusión frecuentemente se centra en las mujeres, el papel de los varones como transmisores y víctimas del VPH subraya la importancia de incluirlos en estrategias de vacunación y educación

La vacunación contra el VPH ha demostrado ser una medida efectiva para prevenir la propagación del virus y reducir los casos de cáncer relacionados.

Según la doctora Julia Fernández Monge, médica pediatra: “la vacunación en varones es esencial para reducir los riesgos de infección. Estos jóvenes están incluso más expuestos al VPH que las niñas, lo que incrementa la posibilidad de adquirir el virus a una edad temprana y propagarlo a otras personas.”

Las vacunas contra el VPH funcionan estimulando al cuerpo para producir anticuerpos que impiden que el virus infecte las células. La Sociedad Americana contra el Cáncer estima que aproximadamente 14 millones de personas, incluidos adolescentes, contraen el VPH cada año, muchas veces sin saberlo debido a la falta de síntomas. Por ello, la vacunación temprana es fundamental para prevenir infecciones y reducir el riesgo de desarrollar cáncer en etapas avanzadas.

En Costa Rica, el esquema nacional de vacunación ahora incluye la inmunización contra el VPH para niñas y niños de 10 años. Este cambio refleja las recomendaciones internacionales que abogan por programas de vacunación neutrales en cuanto al género, una estrategia que no solo protege a las niñas, sino que también reduce significativamente la transmisión del virus.

La OMS, en su plan de acción para eliminar el cáncer de cuello uterino en Europa entre 2022 y 2030, destacó que vacunar a los varones proporciona una protección indirecta para niñas y mujeres. Además, contribuye a prevenir otros cánceres relacionados con el VPH en hombres, al tiempo que promueve una mayor aceptación social de la vacuna.

Aunque el cáncer de cuello uterino es el más conocido por su relación con el VPH, este virus también causa un número creciente de casos de cáncer en hombres. Las localizaciones más comunes incluyen el pene, el ano, y las regiones orales.

“Los varones pueden desarrollar múltiples síntomas o lesiones en la piel, lo que incrementa el riesgo de neoplasias. La vacunación temprana es una protección clave para evitar consecuencias graves a largo plazo.”, subrayó Fernández.

Este enfoque inclusivo en la vacunación refuerza la necesidad de campañas de concienciación que aborden la importancia de vacunar tanto a niñas como a niños, reconociendo que ambos géneros enfrentan riesgos significativos.

La prevención no solo depende de las vacunas. La educación y la información son pilares fundamentales para combatir el VPH. Según el Código Latinoamericano y del Caribe contra el Cáncer, elaborado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC), la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es crucial considerar las infecciones virales como el VPH como desencadenantes potenciales de cáncer.

Además de la vacunación, se recomienda fomentar hábitos saludables, realizar controles médicos regulares y promover el uso de métodos de protección durante las relaciones sexuales como medidas complementarias para reducir la incidencia del VPH y sus consecuencias.

Históricamente, la vacunación contra el VPH se ha centrado en las mujeres, debido a su fuerte asociación con el cáncer de cuello uterino. Sin embargo, esta narrativa debe cambiar para incluir a los hombres como parte activa en la prevención y control del virus.

La doctora Fernández enfatizó la importancia de que los padres comprendan la relevancia de vacunar a sus hijos varones ya que “tienen el mismo derecho a la protección que las niñas. Este virus puede alojarse en estructuras internas, causando daños que muchas veces no se manifiestan hasta etapas avanzadas. La vacunación temprana es clave para evitar estos problemas”.

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