viernes, abril 25

Corregir problemas dentales desde temprana edad evita afectación en adultez

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  • Alinear dientes y mordida es clave en los niños.

La salud bucal de los niños es fundamental para su bienestar general, y uno de los aspectos clave es la correcta alineación de los dientes y la mordida. Aunque la ortodoncia es comúnmente asociada con adolescentes y adultos, los aparatos dentales también juegan un papel crucial en la corrección de problemas dentales en los más pequeños.

Según la odontopediatra Melissa Rojas, los aparatos dentales para niños son una herramienta eficaz y sencilla para tratar malposiciones dentales e irregularidades en la mordida, y cuanto antes se detecten los problemas, más sencillo será tratarlos.

El tratamiento ortodóntico para niños tiene varias ventajas sobre los tratamientos realizados en adultos. Una de las razones principales es que los huesos maxilares de los niños aún están en desarrollo, lo que facilita la corrección de problemas dentales.

Además, los dientes de los niños aún no están completamente fijos en su posición, lo que hace que los aparatos sean más efectivos en este período de crecimiento. Los problemas comunes que se pueden tratar con aparatos dentales en niños incluyen la mordida cruzada, la mordida abierta, el paladar estrecho, y las irregularidades en la alineación dental.

La Dra. Rojas explicó que se recomienda que los niños tengan su primera visita al odontopediatra desde muy pequeños, incluso cuando son bebés. A partir de los 4 años, los padres deben llevar a sus hijos para una revisión dental periódica. Durante estas visitas, el especialista evalúa la erupción de los dientes, la posición de los huesos maxilares y el estado de la mordida para determinar si es necesario realizar un tratamiento de ortodoncia interceptiva, el cual actúa sobre las estructuras óseas en crecimiento.

Al tratar estos problemas a una edad temprana, se pueden evitar complicaciones graves en la adolescencia o vida adulta, que podrían requerir tratamientos más complejos y costosos, como la cirugía maxilofacial”, agregó la especialista.

Existen diferentes tipos de aparatos dentales que se pueden usar en niños, y la elección del tipo adecuado depende de la naturaleza del problema dental y de la recomendación del odontopediatra. En general, los aparatos pueden ser fijos o removibles, y ambos tienen sus ventajas.

Aparatos removibles: Estos aparatos son los más comunes para los niños y se utilizan principalmente para corregir problemas de oclusión y malposiciones dentales. Son cómodos, higiénicos y fáciles de usar, ya que el niño puede colocarlos y retirarlos sin la ayuda del profesional dental. Además, permiten mantener una buena higiene bucal, ya que se pueden quitar para limpiar los dientes y el aparato.

Aparatos fijos: Los aparatos fijos incluyen los tradicionales brackets metálicos, los frenillos de zafiro, la ortodoncia lingual e incluso el Invisalign, entre otros. Estos aparatos se colocan de manera fija en los dientes y son usados para corregir problemas más complejos. Además de los brackets, también existen otros instrumentos que se utilizan en la ortodoncia interceptiva, como los disyuntores o mantenedores de espacio. Estos aparatos suelen ser recomendados por el ortodoncista para tratar problemas de alineación más severos.

Aunque la decisión final sobre el tratamiento ortodóntico debe ser tomada por un especialista, los padres pueden estar atentos a ciertos signos que pueden indicar que su hijo necesita ortodoncia. Estos incluyen:

Erupción prematura o tardía de los dientes de leche: Si los dientes de leche salen antes o después de lo esperado, puede ser un signo de que hay un problema de alineación dental que necesita atención.

Problemas en la articulación temporomandibular (ATM): Si el niño presenta dolor o dificultades para mover la mandíbula, podría haber un problema en la mordida que debe ser evaluado.

Hábitos perjudiciales: El uso prolongado del chupón, chuparse el dedo o respirar por la boca son hábitos que pueden afectar el desarrollo de los dientes y la mordida, generando problemas de alineación que requieren corrección.

Además, si un niño tiene dificultad para masticar, hablar o incluso respirar correctamente, esto también puede ser un indicio de que la mordida no está alineada correctamente.

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