- Todos somos responsables
Los maestros y compañeros de escuela y colegios se convierten en una especia de segunda familia para los menores de edad y por eso es importante que estén atentos a los cambios que puedan presentar y que signifiquen que algo en sus vidas no está bien.
Ese algo podría ser que están viviendo algún tipo de agresión y por eso es necesario que se tomen las cartas en el asunto, por eso conversamos con Carol Guzmán, psicóloga de la Gerencia Técnica del Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
Lo primero que explicó es que “hay que entender que los niños y las niñas son responsabilidad de toda la ciudadanía, existe una premisa que se llama el interés superior de la persona menor de edad, eso quiere decir que todos estamos llamamos a proteger a las personas menores de edad”.
Teniendo lo anterior claro es importante saber cómo actuar en caso de que se detecte un caso de agresión en un menor de edad.
– ¿Qué señales o comportamientos me deben alertar de que un menor está siendo víctima de agresión?
Lo primero es la evidencia física, si yo noto moretones o alguna cosa inusual en la apariencia física del niño o la niña, que se empieza a ver descuidado, con la ropa sucia, como jalada. Pero muchas veces es más bien un cambio en el comportamiento, ya no es como antes se ve triste, aparte o está muy agresivo, cuando notamos cambios drásticos, ahí tenemos que preguntarnos por qué.
– ¿Esto siempre es señal de agresión?
Puede ser agresión, puede ser que esté triste o que esté pasando algo en su casa, sin embargo, los niños no se saben comunicar como los adultos, entonces a veces dan el mensaje de que se sienten mal de esa manera, por medio de su comportamiento.
– ¿Cuando se nota esto, cómo se debe abordar al niño para que cuente lo que está viviendo?
Cuando el niño es agredido, es maltratado en su casa, pierde la confianza en todo el mundo, porque si las personas más cercanas lo tratan mal, cómo va a confiar en alguien. Lo ideal es que lo haga una persona profesional, por eso lo mejor es que se ponga la denuncia, puede ser anónima o confidencial. Pero por eso es importante siempre tener espacios de comunicación con los niños para poder ganarme su confianza y cuando esté pasando por algo me lo quiera contar. La pregunta, ¿cómo te has sentido? es fundamental en medio de una conversación.
– ¿Qué tan conveniente es buscar a los padres de familia, en especial si se tiene sospecha de que son estos los agresores?
Siempre es importante hablar con los padres de familia, pero no en un tono acusador, sino más bien en un tono de cómo les puedo ayudar por lo que se ha notado. Por ejemplo, en medio de la pandemia se ha notado un incremento en la tensión en las casas que generan más situaciones violentas. Por eso es tan importante conversar con las familias y decirles a las familias que hay opciones, incluso el Pani tiene opciones como las academias de crianza.
– ¿Y si se confirma la sospecha y hay un caso de agresión?
Entonces corresponde acudir a los mecanismos que se tienen disponibles y en esto es importante destacar que se debe quitar el temor de que se van a llevar a los chiquitos, cuando el Pani retira a los menores es porque ya se agotaron las posibilidades de trabajar con la familia o hay un peligro muy fuerte, pero la primera opción es trabajar con la familia.
– ¿Cómo se puede denunciar si hay certeza o una sospecha grande de que hay agresión?
Hay diferentes mecanismos para denunciar la situación, el primero es el 911, también se pueden comunicar con el Pani por medio de las páginas de redes sociales todas tienen servicio de mensajería y también tenemos el whatsapp que es el 8989-1147 o llamar a la línea 1147 y puedo llamar a denunciar o también para pedir un consejo ante un comportamiento inusual.
– Mucha gente cree que la agresión son golpes, pero sabemos que no es así y también se deben de combatir, ¿qué otros tipos hay?
Aquí un concepto importante es que los niños tienen derechos, a la familia, al estudio, a jugar, a sus espacios, entonces cuando hay una violación a sus derechos estamos incurriendo en un tipo de agresión, puede ser física, emocional o psicológica que es tan grave como la física. Si presencia violencia intrafamiliar también es agresión y todo esto se debe de frenar. Así como la negligencia que generan accidentes como quemaduras con agua hirviendo, eso también se debe de trabajar.
