Mario Giacomelli
Para Revista Magisterio
El ilustre cineasta tejano Wes Anderson es dueño de un estilo muy propio, que es evidente en todas sus realizaciones y las hace inconfundibles.
Su estética depurada y elegante, de encuadres simétricos y decorados detallistas, engalana comedias ingeniosas y anticonvencionales como “Los locos Tenenbaum” (2001) y “El Gran Hotel Budapest” (2014).
Mientras las nuevas generaciones van perdiendo el hábito de la lectura y la prensa escrita enfrenta una crisis aparentemente irreversible, Anderson propone un largometraje a contracorriente, con formato de antología, que funciona como un apasionado tributo a la escritura y al arte de narrar.
“La crónica francesa” está concebida como la visualización de un texto: el último numero de un periódico imaginario, inspirado en la célebre revista “The New Yorker”.
La publicación es redactada por talentosos periodistas estadounidenses, residentes en Francia.
Tres relatos, una nota y un obituario
El guión se divide en capítulos, a su vez enmarcados en breves escenas que se ubican en la sala de redacción.
Una breve nota turística, ilustra las características principales de Ennui-sur-Blasé, el pueblito donde se desarrollan los tres relatos principales.
Estos tratan sobre cultura, política y sociedad, incorporando la participación del autor de cada artículo.
El primer segmento habla acerca del arte moderno y su comercialización, a partir del insólito romance entre un asesino convicto, convertido en artista; y una bella mujer quien es su musa, carcelera y amante.
En el segundo episodio, una veterana reportera se involucra con un joven estudiante universitario, quien lidera un movimiento de protesta.
La tercera pieza comienza como una reseña culinaria (acerca de “cocina policial”) y luego se transforma en una crónica de sucesos, a raíz de un secuestro. Desde distintos ángulos, todos los cuentos abarcan temas universales: amor, vida, muerte… y la infinita variedad de la experiencia humana.
Exquisito manjar cinematográfico
Sin excepciones, los actores lucen perfectos con sus respectivos papeles. El espléndido elenco está integrado por intérpretes de renombre como Bill Murray, Adrien Brody, Frances McDormand, Owen Wilson, Benicio Del Toro, Timothée Chalamet y Tilda Swinton, entre muchos otros.
Como una caja de sorpresas, que revela siempre algo nuevo en su interior, la película contiene un sinnúmero de elementos irresistibles: personajes excéntricos, situaciones intrigantes, diálogos refinados, comentarios sutilmente irónicos, referencias cultas, divagaciones inesperadas y anotaciones al margen.
Lo anterior está envuelto en una presentación formal rigurosa y a la vez exhuberante. Cada toma está caracterizada por un esmero que no tiene iguales en el cine contemporáneo. Lo enriquecen las melodías de una preciosa partitura, por Alexandre Desplat, la cual termina siendo la cereza sobre un pastel delicioso.
La comparación gastronómica es obvia, pero quizá inevitable. “La crónica francesa”, con su sobreabundancia de ingredientes y aromas, es como un manjar: un exquisito manjar cinematográfico, tan rico que resulta imposible apreciarlo plenamente en una sola sentada. Hay que repetir.
La crónica francesa
(The French Dispatch)
Dirección: Wes Anderson.
Guión: Wes Anderson.
Reparto: Bill Murray, Frances McDormand, Benicio Del Toro, Timothée Chalamet.
Duración: 107 minutos.
Origen: EE.UU. 2021.
Género: Comedia.
Calificación: Mayores de 15 años.