- Trabajo en Costa Rica requiere cada vez más recursos
UNICEF desarrolla en Costa Rica una importante labor desde 1950, que ha dado importantes resultados y por eso ahora busca socios para poder seguir apoyando a los niños y niñas que lo necesitan.
Recientemente presento el Programa de trabajo para 2023-2027 y con él la campaña denominada “Hacete Socio de UNICEF” que busca alcanzar la recaudación de fondos con donantes individuales que puedan servir de apoyo.
Dentro de las labores que realizan están reducir la pobreza, las brechas sociales y brindar mayores oportunidades para niñas, niños y personas adolescentes, que habitan en los 25 cantones más vulnerables de los 84 que existen en el país.
“Junto con el Estado costarricense hemos venido impulsado diferentes programas que han logrado impactar a un grupo amplio de población. Con la ayuda de los socios de UNICEF podemos ampliar y llevar esos programas a las comunidades y familias que más lo necesitan. Por ejemplo, ahora tenemos 39 espacios seguros para apoyar a población migrante y costarricense y tenemos 144 centros educativos con el programa de aulas de escucha para promover la salud mental, la inclusión y la reducción de la violencia. No queremos solo 39 espacios ni 144 centros educativos. Necesitamos que esos programas estén en todo el país. Con su ayuda lo podemos lograr”, enfatizó Javier Martos, representante interino de UNICEF Costa Rica.
Ahora con el programa presentado, la organización busca contribuir a reducir las desigualdades sociales, territoriales y de género históricas que afectan fuertemente a la infancia. La idea es brindarles las oportunidades para que se desarrollen en un mejor entorno y así tengan un mejor futuro.
Para lograr contar con recursos para los proyectos que se están planteando es que UNICEF impulsa la campaña “Hacete Socio de UNICEF”, a la cual pueden sumarse todas las personas que así lo deseen ingresando a la página: https://www.unicef.org/costarica/oportunidades-para-la-infancia o llamando
al teléfono (+506) 4055-7899.
En esta página conocerá el trabajo realizado y podrá donar el monto que guste para que se puedan seguir ayudando menores en situación de riesgo.
“Hemos planteado al menos 10 estrategias basadas en cuatro pilares: Salud, Nutrición, Ambiente y Saneamiento; Educación; Protección y Protección Social y pobreza infantil,” especificó Martos.
Los 25 cantones en los que enfocará su trabajo están ubicados sobre todo en zonas costeras, fronterizas y periurbanas.
– En la Frontera Norte: La Cruz, Upala, Los Chiles, Guatuso y Sarapiquí.
– En El Caribe: Pococí, Guácimo, Siquirres, Matina y Limón.
– En la Frontera Sur: Talamanca, Corredores, Coto Brus y Golfito.
– En el Pacífico: Nicoya, Cañas, Puntarenas, Parrita, Buenos Aires y Osa.
– Más hacia el interior del país: San José cantón central, Alajuelita, León Cortés y Turrialba.
El desarrollo humano tiene excelentes condiciones en Costa Rica, mucho de los avances logrados en gran medida son gracias a sus sólidas políticas en materia de salud, educación, protección social y agua, saneamiento e higiene.
Sin embargo, hay retos en los que debe tomar acciones y en los que UNICEF requiere apoyar la labor del Estado, Municipalidades, Asociaciones de Desarrollo, sociedad civil, organizaciones juveniles y las mismas niñas, niños y adolescentes.
“Costa Rica ingresó a la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) desde 2021. Al ingresar el país en la categoría mundial de países de altos ingresos (HIC), la Oficina de UNICEF podría suspender la asignación de los recursos que regularmente asigna a Costa Rica, para canalizarlos a países con mayor urgencia. Si esto ocurriera sería prácticamente inviable el funcionamiento de UNICEF Costa Rica, a pesar de que consideramos prioritario enfrentar graves situaciones de vulnerabilidad de los derechos de la niñez en el país y la gran situación de desigualdades existente”, advirtió Martos.
Y la principal preocupación es que se han dado avances en muchos aspectos que van dirigidos a reducir las desigualdades sociales, territoriales y de género históricas que afectan fuertemente a la infancia, en caso de no poder continuar todo ese trabajo se podría perder.
La visión es que las niñas, niños, adolescentes y sus familias – sobre todo las mujeres y las adolescentes madres – puedan vivir en entornos más seguros, ejercer plenamente sus derechos y acceder a servicios sociales ampliados y fortalecidos, así como a inversiones sociales sólidas y sostenibles como parte
de las alianzas público-privadas.